Fotografía realizada utilizando el trípode. Desde la primera vez que me atreví a utilizarlo, jamás me he separado de el. Para mí, es la esencia de una fotografía bien realizada. Me permite por un lado aprovechar la luz natural y , juntamente con el cable disparador, evitar la trepidación. Pero no todo son ventajas: el peso, la falta de flexibilidad, la incapacidad o dificultad para colocarlo en ciertas situaciones se cuentan entre los inconvenientes.
No es necesario gastar mucho dinero en un trípode si no eres profesional y el peso de tu equipo es ligero. 400 o 500 gramos de diferencia respecto a un trípode de fibra de carbono no se justifican si no se tiene que pasar el día entero corriendo por el campo y si tu equipo fotográfico tiene un peso moderado. Es fácil sucumbir a las tentaciones para luego comprobar que la diferencia entre un cacharro carísimo y otro moderadamente caro tampoco es muy grande ( a mi me ha pasado).
1 comentario:
Maravillosa composición!!! y buen consejo, en mi caso aún soy muy apuron pero también aplico trípode (si me controlo jejeje).
Saludos.
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