miércoles, 14 de mayo de 2008

En compañía de mariposas


No se me ocurre una mejor manera de liberar mi estrés que salir al campo a caminar, bien temprano, en busca de mariposas. Así me olvido de todos los líos que se han ido formando toda la semana y que es imposible desliar. Caminando despacio, buscando entre los tallos de las plantas, sobre las flores, sin dejar escapar detalle alguno y en completo silencio. Muchas veces regreso sin haber encontrado ni una sola pero eso no supone ninguna frustración. Yo disfruto con cosas bien sencillas como el encuentro con algún pájarillo despistado o una pequeña orquídea y realmente no vuelvo nunca con las manos vacías.

3 comentarios:

Cariátides dijo...

¡¡¡Hola!!!

¡Qué coincidencia! A mi también me ha gustado tu blog, y tus preciosas fotografías y las mariposas...

Te voy a contar una anecdóta. Cuando empecé el verano pasado a hacer el Camino de Santiago, lo inicié sola. El primer día te sientes algo rara. Te preguntas qué haces allí, iniciando una travesía de 814 km que acabará pasados 40 días. Te imaginas cómo te ven los demás, algo loca. Y empiezas a abandonar las últimas casas siguiendo unas flechas amarillas que te conducen dentro del campo de un bosque y de un laberinto de horas con sus minutos de lento caminar en silencio. Miras alrededor y ves a cada uno con su vida, con sus ocupaciones. Y tú, en este caso yo, vas caminando con un peso a tu espalda, un palo en tu mano y una concha de tu cuello. ¿Algo friki no?

Mi sorpresa fue, cuando más sola empecé a sentirme rodeada de árboles y arbustos, sin un alma delante ni detrás, rodeada de silencio o de pájaros que yo no oía, vino una mariposa a acompañarme, se posaba a unos metros delante de mí, y cuando me acercaba levantaba el vuelo y se posaba más alante, y luego vinieron más y más, todas muy diferentes, yo nunca había visto ese tipo de mariposas con mucho más colorido que las blancas del sur... y todas me rodeaban y avanzaban a mi paso, posandose y volando, posandose y volando. Pudiera haber más de 20 o 30 y no exagero, pese a la fama de exagerados que tenemos los andaluces, era mágico. Y dejé de sentirme sola. Y me parecía estar en el País de las Maravillas, sólo que yo no llevaba felpa, ni llevaba vestido azul ni hablaba con ningún conejo. Eso mismo me pasó más veces, pero siempre que iba sola. Me preguntaba cómo me verían ellas a mi, por qué jugaban conmigo, qué pensarían que era...

Algún peregrino me contó que también le había pasado lo mismo. Y que otro peregrino conocedor de las mariposas le había dicho que ellas no se van con cualquiera, que por algo sería...

Tu blog me ha traído esos momentos y esos recuerdos, te los dejo aquí, cuídalos pues yo soy como las mariposas, tampoco se los dejo a cualquiera.

Un abrazo, friki, sigue dejándote acompañar por ellas, sigue atrapándolas como tú lo haces para regalo de los que te hemos descubierto.

Te he linkeado, me tomo la licencia de modificar el nombre de algunos links, si no te gustase la personalización que he eligido para ti, me lo dices y lo arreglamos cuanto antes.

Un saludo.

elfriki dijo...

Que bonito lo que cuentas, debió ser una experiencia preciosa. Ojalá que a mi me pasara. Yo las cojo a todas dormidas porque cuando están despiertas,lejos de acompañarme, creo que me huyen, jue jue. Me ha alegrado muchísimo que hayas puesto el link, me parece fantástico. Miles de gracias.

Anónimo dijo...

Hola 'bicho raro', me gusto esta entrada porque yo tambien algunas mañanas me relajo sacando fotos antes de entrar en el trabajo. Ya ves, tal vez no seas tan raro como crees.